sábado, 25 de junio de 2011

La rebelde sin causa

Desesperación. Naturaleza. Deseo insalubre aderezado por la juventud. Duda. Recuerdos. Entre todo esto y entre lo que se dice y lo que se entiende me encontré una pequeña estrella.

Duró lo que suele decirse un suspiro, la luz que alumbra más de lo que sería normal suele durar muy poco y así fué... engañado por lo que pensaba normal, siendo solo un espejismo de un sueño dentro de un sueño. Pensaba que yo era el que marcaría el camino, pero solo marqué los pasos hacia ningún sitio.

No era una estrella. No iluminó nada. Enmascarada con algo que parecía razón y lógica. Inocencia que no lo era. Pero si lo era. Pero no conmigo. Quizás con otro, pero nunca lo dijo.

Se fué dandome lo que nunca me había dado. Y no lo acepté. No entonces ni ahora. Nunca. Y nada se supo, y nada quise saber.